Además de vigilar nuestra alimentación, en caso de que se
nos acumule grasa en la barriga debemos valorar otros aspectos que también
pueden estar influyendo sin que nos demos cuenta.
A muchas personas se les acumula grasa en la barriga,
tengan o no sobrepeso, y les resulta muy difícil eliminarla a pesar de haber
probando dietas y tratamientos de todo tipo.
No obstante, es posible que estén haciendo esfuerzos mal
encaminados y que la solución no sea tan complicada.
Descubre en este artículo todas las cuestiones que pueden
estar provocando un aumento de grasa en la barriga como, por ejemplo, un
déficit de proteínas, los cambios hormonales, la falta de ejercicio de cierta
intensidad o una mala postura.
Cuando hablamos de sobrepeso entendemos que la persona
tiene un exceso de grasa y, quizás, retención de líquidos, en determinadas
partes del cuerpo: abdomen, muslos, brazos, espalda, glúteos, etc.
No obstante, uno de los problemas más habituales es la
acumulación de grasa en la barriga, la cual es muy frecuente tanto en hombres
como en mujeres a partir de la mediana edad.
Hay incluso personas muy delgadas que la sufren y que no
consiguen eliminarla a pesar de perder peso con facilidad en otras partes del
cuerpo.
Descubre
por qué puede estar sucediendo esto.
Alimentación
desequilibrada
Cuándo nos preguntamos por qué tenemos grasa en la
barriga y cómo podemos eliminarla, en general solemos pensar que debemos
reducir la ingesta de calorías.
No obstante, cada vez está ganando más popularidad la
idea de que debemos elegir mejor los alimentos, que sean de más calidad y menos
procesados, en vez de reducir grasas y calorías.
Una alimentación equilibrada que nos ayude a reducir la
grasa en la cintura debe seguir las siguientes recomendaciones:
Cada una de las tres comidas principales debe contener
una ración de proteína, alternando la proteína animal (de preferencia, ecológica)
con la vegetal (legumbres, frutos secos, aguacate).
Optaremos por los cereales integrales y evitaremos los
refinados.
Eliminaremos el azúcar blanco de la dieta y consumiremos
cantidades moderadas de miel de abeja, miel de caña, azúcar de caña integral,
etc.
Prescindiremos de las grasas procesadas e hidrogenadas,
presentes en fritos, margarinas o dulces, y aumentaremos el consumo de grasas
saludables, presentes en aceites vegetales de primera presión en frío (oliva,
coco, sésamo, lino), aguacate, frutos secos, semillas, pescado azul y
mantequilla o ghee.
Intolerancias
alimentarias
Hay personas que sufren una intolerancia alimentaria y,
sin embargo, lo desconocen. Este problema les ocasiona molestias, como
hinchazón en la zona abdominal, además de trastornos digestivos.
Si sospechamos que puede ser nuestro caso, hay diferentes
tipos de pruebas que pueden confirmarlo. Las intolerancias más habituales son
al gluten y a la lactosa.
Sedentarismo
El ejercicio es imprescindible para tener un peso
equilibrado pero, por encima de todo, para estrechar la cintura, ya que el
sedentarismo provoca una acumulación progresiva de grasa en toda la zona
abdominal.
Los ejercicios más adecuados son los deportes
cardiovasculares de intensidad media o alta. Es suficiente con dos o tres
sesiones de media hora cada semana.
Cambios
hormonales
Los cambios hormonales también provocan una acumulación
de grasa en la zona de la cintura, en especial a las mujeres durante el
climaterio y la menopausia. No obstante, también lo pueden sufrir chicas
jóvenes con niveles altos de estrógenos.
La alimentación equilibrada que hemos comentado es
también la clave para regular las hormonas, así como algunos suplementos
específicos como, por ejemplo, la maca, el sauzgatillo o el ñame.
En el caso de las mujeres en la menopausia también puede
ser muy beneficioso el aceite de onagra.
Algunos trastornos hormonales también desaparecen con el
tiempo, ya que el organismo se puede reequilibrar de manera natural.
Una
mala postura
Cuando ninguna de estas cuestiones parece estar
relacionada con nuestro caso, debemos valorar también si la grasa en la cintura
podría estar relacionada con una mala postura.
Muchas personas que sufren desviaciones de la columna,
como lordosis o escoliosis, tienen también un exceso de grasa en los laterales.
En estos casos puede ser que la inteligencia natural del organismo esté
funcionando para ayudarnos a mantener el equilibrio de pie.
La solución, en este caso, pasa por ejercicios de
reeducación postural que nos ayuden a relajar, flexibilizar y fortalecer la
musculatura de la espalda y del abdomen, así como el asesoramiento de un
terapeuta manual.
Fuente: el post completo y original lo puedes encontrar en mejorconsalud
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