martes, 2 de agosto de 2016

Celulitis infecciosa en las piernas: Tratamiento natural y prevención

Los mejores tratamientos para combatir esta enfermedad en la piel
Generalmente lo que sabemos sobre la celulitis, o conocida también como piel de naranja, es la típica afección que se manifiesta en diferentes áreas del cuerpo producto de la grasa acumulada en los tejidos de la piel, alterando así su aspecto liso. La padecen la mayoría de las personas pero sobre todo afecta a las mujeres. 


Sin embargo, también existe otra condición llamada celulitis infecciosa, una afección totalmente diferente a la piel de naranja, ya que es producto de infecciones en los tejidos. El aspecto de la piel en el área del cuerpo afectada es totalmente anormal, y en ocasiones dolorosa.
En este artículo te diremos los mejores 5 tratamientos naturales para combatir la celulitis infecciosa, pero antes te explicamos las diferencias entre ambas afecciones.
La celulitis normal, no infecciosa (piel de naranja)

En palabras comunes a todos: es la que hemos visto siempre y que no es tratada como enfermedad. Es la que se inicia con unos hoyitos y que prosigue con una piel que tira a color naranja cuando se pellizca; la que afecta a casi el 70 % de las mujeres en el mundo.
En términos médicos: es una dilatación de los vasos sanguíneos por la presión capilar, lo que produce a su vez la fuga de líquidos y toxinas que se depositan en el tejido. Esta acumulación sobrecarga el sistema linfático y dificulta la circulación de células grasas y genera colágeno que endurece la fibra y que hala la grasa hacia adentro, mientras que las grasas empujan en sentido contrario, y producen los hoyitos que caracterizan a la celulitis.


La celulitis infecciosa o bacteriana
Esta sí es una enfermedad que, además de causar enrojecimiento, hinchazón y cuadro febril, puede dañar la epidermis en unos primeros momentos, y si no es atendida prontamente puede agravarse y llegar a las capas más profundas de la piel, e incluso, penetrar al torrente sanguíneo y circular hasta órganos lejanos (corazón, cerebro) en su fase más aguda. En este último caso el paciente puede perder la vida.
Se presenta en personas de cualquier edad y en distintas zonas del cuerpo; sin embargo, lo más común es su desarrollo en piernas, manos, cara, brazos y cuello; esto, porque son las zonas desprotegidas y por tanto más expuestas a las miles de bacterias que están en nuestro entorno.

Bacterias, antibióticos y tratamientos naturales
Los organismos indispensables para el reciclaje de los alimentos y que más abundan en el planeta son las bacterias, pues se encuentran en todas partes; un ejemplo de su abundancia es que se calcula que ¡en un gramo de tierra habitan 40 millones de bacterias!
Es resaltante el hecho de que en el ser humano existen once veces más células bacterianas que humanas, de las cuales la mayoría son beneficiosas, pero existen también las patógenas (que hacen daño o causas infecciones).
Por otra parte, en el mundo se ha venido utilizando el antibiótico para atacar a las distintas bacterias patógenas, pero, a causa de que los antibióticos han sido súper usados, hasta para el engorde del ganado vacuno, o en indicaciones equivocas (recetadas indebidamente), muchas bacterias, por el cambio natural (mutación) entre los seres vivos, han desarrollado una gran capacidad de resistencia ante los antibióticos.
Infinitos ejemplos de resistencia bacteriana por el uso indebido de antibióticos se pueden encontrar en Internet, y una interrogante importante con respecto a este tema sería ¿qué pasará cuando los antibióticos dejen de funcionar en el organismo de los seres humanos? Un artículo que recientemente leí –palabras más, palabras menos– nos dice que dicha interrogante forma parte de una duda que ha surgido por la resistencia de las bacterias ante el antibiótico más potente que se conoce: la colistina, por el mal uso que se le ha dado y que ha producido nuevas bacterias casi indestructibles; y ello ‒según el artículo‒ ha traído la sensación de que podría repetirse la catástrofe cuando, antes de la década del 70 en el siglo XX, la causa principal de muerte en el mundo eran las infecciones porque no existían los antibióticos.
Como consecuencia de este fenómeno de bacterias súper potentes que no mueren con los antibióticos, una cantidad elevada de personas en el mundo han preferido utilizar los tratamientos naturales contra la celulitis infecciosa en las piernas, especialmente para atacar a las dos bacterias patógenas que causan esta enfermedad; estafilococo y estreptococo.



Celulitis infecciosa
Datos para comprender esta enfermedad
Nuestro cuerpo está diseñado en forma perfecta para defenderse ante los organismos extraños; la inflamación es parte de esa defensa. Así, cuando las bacterias penetran la piel a través de una hendidura, cortada, rasguño, los tejidos deteriorados liberan sustancias para defenderse y decir que ha ingresado un organismo extraño (la bacteria infecciosa).
Estas sustancias –cuyo trabajo es detener al organismo invasor– producen el enrojecimiento y la inflamación de los tejidos. Entonces, en esa inflamación se encuentran los elementos liberados que intentarán llevar a cabo cuatro procesos simultáneos: formar una barrera que abarque toda la zona perjudicada, eliminar al tejido que haya sido dañado, levantar un muro que aísle la zona de piel dañada e intentar reparar el daño ocasionado.
No obstante, puede suceder que las bacterias dañinas sean muchas y la inflamación no pueda destruirlas a todas. En este caso es cuando hablamos de complicaciones severas pues se produce un cuadro de batalla en las heridas o zonas de las piernas afectadas. Veamos ese proceso:
Mientras las bacterias atacan y destruyen tejidos, los glóbulos blancos (leucocitos) ‒para atacar a las bacterias‒ liberan sustancias que producen mayor inflamación, al mismo tiempo que intentan coagular la sangre de la zona afectada, lo cual produce calor de fiebre en el paciente, y mucho dolor. Como vemos, aunque no queramos la inflamación, debemos verla como parte de las defensas del cuerpo.
Por todos estos argumentos debemos informarnos bien para ayudar a nuestro cuerpo con algunos tratamientos naturales (en casa) contra las causas de la celulitis infecciosa en las piernas.
 Pues, en verdad, la mente debe estar unida con el cuerpo para que la ayuda sea efectiva, y en esto juega un papel muy importante la información que tengamos de cómo funciona el cuerpo (es uno de los objetivos del presente artículo). En forma de resumen: en la misma proporción a tu conocimiento respecto de cómo funciona tu cuerpo, especialmente en el ámbito defensivo, así será la ayuda que podrás prestarle para expulsar cualquier organismo patógeno invasor.

Síntomas de la celulitis infecciosa
Sabemos que el sistema inmunológico es la manera natural que tiene el cuerpo para defenderse de infecciones causadas por bacterias y virus. Y sabemos también que la inflamación es la forma como ese sistema responde a los antígenos (organismos extraños infecciosos). Ahora bien, esas respuestas son alertas (síntomas) de nuestro cuerpo para informarnos que algo anormal está sucediendo; ellas son las características de la celulitis infecciosa:
Fiebres, sudores y escalofrío: esto porque el sistema de protección eleva la temperatura para atacar a las bacterias que quieren atravesar la piel o ya están dentro.
Enrojecimiento y dolor en la zona afectada: porque las células del sistema inmunológico, en su lucha antibacteriana, liberan sustancias fuertes que ocasionan dicho color y el malestar.
Erupciones en la epidermis: la coagulación causada por los glóbulos blancos, unida a la sustancia que produce el enrojecimiento, forma capas de tejido levantadas y algo duras tipo erupción, cuya extensión dependerá del grado de infección (cantidad de bacterias invasoras).
Si dejamos avanzar a la enfermedad la piel se va tornando dura, áspera, tenderá a retener líquidos, situación que sumada a la fiebre, producirá hinchazón dolorosa por el estiramiento de la epidermis.
Cuando la enfermedad está muy avanzada (grave) se nota rigidez y dificultad para mover parte de la pierna, y el vello se cae en la parte afectada
Por supuesto que estas situaciones descritas no te sucederán jamás por dos razones: sus síntomas o características son muy fáciles de reconocer, y segundo, ahora que estás informada, en las primeras de cambio, además de consultar con tu médico, tendrás a la mano los cinco tratamientos que te indicaremos para detener a tiempo la celulitis infecciosa en las piernas.

Los tipos de celulitis infecciosa
Los tipos de esta enfermedad se subdividen según el lugar que afecten en el cuerpo (pecho, facial, brazos, manos, piernas, pies, párpados, ojos, perianal), sin embargo, los más comunes son los siguientes:
Celulitis infecciosa en las piernas y muslos: su porcentaje en la población femenina es muy elevado, además, tomando en cuenta que dicha enfermedad conlleva otras situaciones (dolor, incomodidad social, preocupaciones familiares, peligro grave a la salud) la hemos tomado como centro para el presente artículo.
Celulitis orbitaria: es cuando la infección, a través de la sangre, ha llegado a los tejidos blandos (párpados, ojos y otros lugares orbitales).
Celulitis preseptal: es la orbitaria con complicación más grave pues está en peligro la visión, por eso su diagnóstico temprano es esencial para la curación de la persona afectada.
Celulitis perianal: es la inflamación de la grasa subcutánea en el ano o recto; se caracteriza por hinchazón, calor y dolor. Se puede presentar en personas de cualquier edad y es detectable fácilmente por la sangre en las heces. Una nota importante sobre este tipo de celulitis infecciosa es que no produce dolores en el cuerpo, por lo que hay que estar pendiente con los demás síntomas, especialmente con el sangramiento.
Celulitis infecciosa en los senos: produce enrojecimiento, picazón y dolor.
Existe otra clasificación o tipología de esta enfermedad pero referida a sus características propias: celulitis serosa (dura, de color rojo, duele mucho), celulitis flegmonosa (blanda, no duele mucho), purulenta (supura, olor putrefacto, color amarillo, muy blanda).

Nota: existen otros tipos de celulitis infecciosa, pero son subtipos de los ya nombrados.
Cómo se extiende esta enfermedad en el cuerpo
Cuando las bacterias penetran (mediante cortadura, rasguño, cortada, etc) la infección se inicia en un pequeño espacio, donde se inflama y se hincha la piel. Si en ese primer momento no estamos pendientes para preparar un tratamiento natural contra esta enfermedad, las bacterias avanzan en su destrucción y se inflaman las glándulas de la piel de dicha zona, produciendo fiebre local, enrojecimiento, picazón, etc. Te lo aseguramos: la enfermedad se detendrá si la atacamos, si usamos de forma inteligente los conocimientos que tengamos para hacerle frente.
La gravedad
Por supuesto que sí, y mucho. Te explicamos: si llegas a padecer de esta enfermedad es porque no leíste este artículo, o porque no le diste importancia a los pequeños síntomas que viviste. Sin embargo, no te preocupes, pues con los tratamientos naturales que te daremos podrás superar cualquier dificultad al respecto. Mientras tanto, sigamos con la información sobre las posibles complicaciones que conlleva la celulitis infecciosa en las piernas:
Cuando las bacterias dañinas ya han atravesado la capa más profunda de las piernas, ingresan a los vasos circulatorios (sangre) y llegan a los párpados, se produce la celulitis preseptal, la cual forma hinchazón en los párpados hasta el punto que no pueden abrirse e incluso se afectaría la visión ¿grave, verdad?
Si las bacterias infectadas son muchas y se dispersan por toda la sangre se produce el envenenamiento de la misma.
Meningitis: se presenta cuando las bacterias dañinas llegan al cerebro a través de la sangre, lo cual termina, en la mayoría de los casos, en una embolia y daño cerebral.
Si la bacteria llega a la parte más profunda de la piel en las piernas (a la fascitis, el tejido fibroso que recubre músculos y huesos) se daña el tejido y de allí a la gangrena y a la pérdida del miembro hay un pequeñísimo paso.
Nota: si colocas en tu navegador la expresión celulitis infecciosa, testimonios te encontrarás muchas sorpresas, niños, abuelas, amas de casa con celulitis infecciosa, otros por tatuajes, silicona, operaciones sin cicatrizar bien, en fin, toda una gama de situaciones de difícil descripción, pero que están allí como prueba contundente de la peligrosidad de esta enfermedad. ¿Preocupante?, ¡mucho! Sin embargo, te repetimos: si estás pendiente de tu cuerpo y sigues algún tratamiento natural de los que te daremos, no pasarás jamás por estas situaciones extremas de peligro pues, guerra avisada no…
Los cinco tratamientos naturales contra la celulitis infecciosa en las piernas
¡Por fin!, llegamos al punto que te prometimos; saber cómo hacer para contrarrestar esta enfermedad, pues bien, no demoremos más tu espera:
  
1. Masajes con café triturado
Con este tratamiento cicatrizaremos la pequeña herida de alguna de tus piernas por donde han penetrado las bacterias patógenas. Para ello haremos un exfoliante (eliminador de células muertas) alrededor de la pequeña herida que tengas.
 Celulitis infecciosa
Usaremos los siguientes ingredientes:
Dos cucharadas de aceite de oliva, una taza de café molido, dos cucharaditas de miel y media taza de sal.
Mezclamos estos ingredientes buscando que el café se una con la sal en un todo con granitos.
Aplicación:
Colocamos una pequeña venda sobre la herida de manera que no le caigan granitos de la preparación; luego limpiamos y secamos la zona que está alrededor de la herida infectada, con otro pañito untamos parte de la mezcla en la parte seca y le damos un pequeño masaje buscando que nuestra preparación penetre.
Esperamos cinco minutos, retiramos nuestra mezcla con un pañito limpio sin hacer presión sobre la piel y evitando tocar los bordes de la herida. Tomamos otro paño, lavamos con agua tibia la zona y la secamos. Dejamos pasar otros cinco minutos para que la piel vuelva a su temperatura normal y repetimos la operación desde el principio.
Cuando estemos aplicando la mezcla debemos hacerlo con movimientos circulares, buscando que la misma penetre en los poros que están alrededor de la zona infectada; es decir, para que la parte no infectada absorba los nutrientes de nuestra mezcla y aleje a las bacterias que quieren expandirse. Con este tratamiento evitarás que la herida se extienda hacia los lados y  lograrás que tienda a cerrarse y a expulsar las bacterias patógenas.
Simultáneamente al tratamiento, que repetirás por quince días, llevarás un régimen alimenticio sano de verduras, frutas y jugos naturales, acompañado de carne o pescado. Te sorprenderás de los resultados positivos

2. Tratamiento con aceite de orégano
Este tratamiento es para el caso de que tu celulitis infecciosa se encuentre en un nivel muy avanzado, situación que corroborarás por la presencia de pus. Usarás guantes (pues es una zona infectada), agua hervida y jabón antiséptico ya que el pus es un líquido que se compone de células muertas, colesterol, glucosa, suero y leucocitos.
Lavas la zona infectada con agua tibia haciendo un poquito de presión sobre los bordes de la herida para que el material muerto (costra) se ablande y puedas quitarlo con una pequeña gaza. Luego secas la herida y procedes con otra gaza a aplicar el aceite de orégano desde los bordes hacia afuera, hacia la zona no infectada. El aceite de orégano debe secarse en la pierna y permanecer allí durante media hora bajo un paño.
Esta media hora es para que vuelva a endurecerse el material, proceso que es necesario para que esos tejidos y células muertas sigan su proceso de formar costras, pero ahora sin las bacterias muertas que era el caldo de cultivo de las nuevas patógenas.
Esa operación debes hacerla una vez al día, verás recompensado tus esfuerzos porque la herida no aumentará su tamaño, en otras palabras, controlarás la cantidad de bacterias pues cerrarás el espacio donde podrían multiplicarse, y por tanto, las bacterias tenderán a morir. Dicho tratamiento, por supuesto, debes acompañarlo con la porción alimenticia que te haya recomendado el médico.
3. Tratamiento con aloe vera o sábila
Antes de hablarte del tratamiento con esta planta maravillosa, lee con atención algunos de los componentes químicos que ella posee: aloetina (neutraliza las toxinas de los microbios), aminoácidos (ayudan a la formación de proteínas), carricina (mejora el sistema inmunológico y ayuda a las defensas), fosfato de manosa (hace crecer los tejidos para las cicatrizaciones), fitosteroles (tienen función antiinflamatoria), mucílagos (hidratan la piel), las hormonas vegetales (actúan en el crecimiento celular y en la cicatrización) y enzimas.

Pues bien, el jugo de sábila contiene enzimas que descomponen los azúcares, los almidones y las grasas, y ayuda al desarrollo de las bacterias beneficiosas. Estas bacterias van a hacer frente a las bacterias patógenas o dañinas que han ingresado por la pequeña herida o rasguño de la pierna.
Además, la labor desintoxicante del aloe vera ayuda a contrarrestar la invasión de los organismos invasores que se encuentran a nivel de la piel y que han estado en contacto con la sangre.
Debes cocinar durante quince minutos el aloe vera para permitir que la planta desprenda todos sus nutrientes en agua hervida, luego la dejas reposar y cuando esté fría al natural, le puedes colocar gotas de limón o de naranja dulce para darle algún sabor.
Tomarás dos medias tazas de jugo de aloe durante el día y antes de las comidas para que penetre en el estómago e intestinos antes que el alimento. En menos de una semana verás que la cicatriz o rasguño va perdiendo coloración y que la inflamación disminuye progresivamente.
4. Tratamiento con fresas y limón entero
La fresa, por ser rica en vitaminas C y E, en minerales (calcio, potasio y magnesio), y con apenas 34 calorías por cada 100 gramos se nos presenta como la frutilla necesaria en tu tratamiento contra la celulitis infecciosa.
En cuanto al limón, a causa del poderoso aporte vitamínico (tiene 13 vitaminas, con la vitamina C en mayor contenido), está catalogado como el que lidera a los frutos sanadores y como el más potente antibiótico natural, bactericida y depurativo.
Hemos dicho que este tratamiento será con limón entero, es decir, sin quitarle la cáscara, porque la corteza del limón posee mayor concentración vitamínica que el jugo de su masa. Un ejemplo de ello está en que en la corteza del limón se encuentran el salvestrol Q40 y limonero, elementos muy conocidos en el mundo científico por impedir la división en las células cancerígenas.
Entonces, vamos a preparar una excelente infusión con cinco fresas limpias (lavadas), un litro de agua y la corteza de dos limones (luego de exprimir los mismos). Dicha infusión servirá para combatir la retención de líquidos y favorecer la circulación de la sangre, y por si fuera poco, su función como antioxidante renovará las células inflamadas por las bacterias operantes de la celulitis infecciosa.

La preparación es sencillísima y el costo súper económico

Añades en un litro de agua (que esté hirviendo) dos cortezas limpias de limones, cinco fresas y el jugo que exprimiste de los limones. Dejas el preparado unos quince minutos al fuego; recuerda que buscamos que la esencia de las fresas quede en el agua y que las fresas y cortezas se ablanden.
Luego sacas las cortezas de limón y haces con el resto una mezcla en la licuadora; lo tomas tibio en porción de una taza luego de cada comida durante una semana. Notarás que al final de los siete días tu herida o rasguño de la pierna donde atacaron las bacterias, comienza a perder coloración y a tomar regularidad capilar.
5. Tratamiento con hielo contra la celulitis infecciosa
Este tratamiento se basa en la crioterapia (técnica para bajar las inflamaciones con solo aplicar hielo en la zona infectada). Además de ser el método más económico tiene el efecto de un analgésico fuerte pues, te alivia el dolor de la herida en la pierna.
Implementos o ingredientes que requieres:
Conserva agua en envases de plástico y de boca ancha en el refrigerador. Cada envase con capacidad de medio litro para que cuando sea hielo puedas manipularlo fácilmente.
Ten a la mano bolsas transparentes (aquí vas a introducir los pedazos de hielo) y algunos pañitos (serán colocados para cubrir la herida y las bolsas de hielo sobre tus piernas).
También requieres tres compresas (tela fina o gasa) Aplicación
Coloca la compresa, tela o gasa sobre la herida
Sobre la gasa coloca una bolsa de hielo
Cubre la bolsa de hielo con un pañito seco
Realiza la primera sesión de tres minutos, lo retiras por dos minutos y repites otra sesión de tres minutos, repite la operación tres veces durante el día (el tratamiento total durará hasta que baje la inflamación).

¿Sabes qué sucede, en tu piel, en la herida, con estas aplicaciones de hielo?, entérate de lo mejor:
Durante esos tres minutos y los dos de reposo tus tejidos se afirmarán, el dolor que hayas sentido desaparecerá, y lo mágico: el descenso de temperatura hace que las bacterias dañinas paralicen su actividad destructiva porque se quedan sin movimiento (en estado de coma). La importancia de este tratamiento es que mientras las bacterias patógenas están inmovilizadas, tu organismo está recibiendo por otra parte nutrientes que atacarán, desde la sangre, a los organismos invasores.
Nota: los especialistas en la técnica de la crioterapia no recomiendan su uso para personas hipersensibles al frío, enfermedades cardiovasculares o renales, diabéticos y quienes tengan el síndrome de Raynaud (contracción de los vasos sanguíneos de manos y pies ante el frío).
También debes tener presente que si te excedes en el tiempo con el frío en tu pierna, por ejemplo, 20 min continuos de hielo sobre tu piel, podrás sufrir una quemadura, y estarías saliendo de una para entrar en otra. Es por esto que, cualquier tratamiento, por inofensivo que parezca, si no lo aplicamos con las pautas precisas pondremos en riesgo nuestra vida. Y es, por tanto, otro argumento de peso para consultar al médico en forma previa ante cualquier decisión que vayamos a tomar para restablecer la salud.
Estos cinco tratamientos, para ser efectivos, deben estar distribuidos en tu plan de alimentación de una manera ordenada, anotando los nutrientes de hoy y, por supuesto, sin pensar para nada en la comida chatarra a fin de que los avances que consigas en tu mejoría no retrocedan. Al igual debes hacer con los ejercicios físicos.
Entonces, debes estar segura de dos cosas: si no sufres de celulitis infecciosa, ya posees toda la información y tratamientos naturales para prevenirla; y si la padeces, entonces, anímate a comenzar desde este momento tu tratamiento natural.
 Celulitis infecciosa
Sugerencias adicionales
Por ningún motivo debes ignorar una infección, por pequeña que sea, en la piel, y menos si tienes alguna sospecha de que pudieras estar en el inicio de la celulitis infecciosa (recuerda que un millón de bacterias son invisibles ante tus ojos). En este último caso debes acudir rápidamente a un dermatólogo.
Si estás en la cama y en reposo por padecer esta enfermedad, te damos un extraordinario dato: intenta levantar la pierna afectada o montarla sobre varias almohadas, verás que disminuye la inflamación y el dolor (es una excelente técnica mientras el tratamiento que hayas elegido, o varios juntos, realiza su efecto sanador).
Si la herida infectada posee ulceraciones hay que aplicar compresas húmedas junto a alguna solución salina.
Ninguna venda debe permanecer más de 12 horas sin cambiarla sobre la zona afectada.
Las vendas que retires contienen miles de bacterias, células muertas y parte de tejido; necesitan ser hervidas por razones obvias.
Te recordamos, finalmente, algo que sabes muy bien: tu cuerpo requiere nutrientes naturales para realizar el milagro corporal del metabolismo y así crear los enlaces químicos de los glóbulos blancos que atacarán a cualquier organismo extraño que penetre en tu piel u órgano.
La situación de cada persona, en cuanto a la celulitis infecciosa, es muy particular. Por eso, recuerda que siempre debes consultar con tu médico y conversar sobre tu dolencia o preocupación acerca de tus piernas. Es decir, los tratamientos que te hemos descrito poseen la intención de servir como prevención, o como inicial método para que tus piernas vayan recuperándose de leves lesiones infecciosas, pero, si tu caso es grave, puede ser que tu médico te prescriba un tratamiento a base de antibióticos. Al cual muy bien puedes acompañar con uno o varios de los tratamientos naturales que te hemos sugerido.

Ahora ya sabes cómo tratar la celulitis infecciosa. Te sugerimos que tomes este artículo como una guía casera que te servirá de prevención, de cuidado previo para la salud que tus piernas merecen.

Fuente: el post completo y original lo puedes encontrar en Zenteno y Asociados.