Beneficios
de la mermelada casera
Los beneficios que provienen
de los aportes nutricionales de las frutas que usamos para hacer la mermelada
casera, hay que destacar especialmente el aporte de vitaminas, aunque muchas de
estas desaparecen cuando la fruta cambia de estado, pero otras van a perdurar,
que junto a los minerales que contiene va a recargar nuestro organismo con
electrolitos y así mantendremos en un estado perfecto nuestro organismo.
Debido a que las frutas son de
temporada, salvo que compremos fruta que se cultive lejos de donde vivimos, una
buena forma de disfrutar de esta fruta que ya no pertenezca a la temporada, es
a través de la mermelada.
La mermelada nos aporta una
cantidad importante de energía, también grasas, y además glucosa que nos va a
aportar la cantidad de energía necesaria cuando tengamos momentos de gran
actividad.
Así que en el caso de los
más pequeños, con gran actividad y ejercicio físico en el colegio, es perfecta
para los desayunos. Obviamente, también es perfecta para los deportistas.
Una gran ventaja de la
mermelada es que se aprovecha tanto la pulpa como la piel, de modo que vamos a
consumir de forma íntegra la fruta. Una de los beneficios es que debido a que
la piel de la fruta es rica en fibra nos va a ayudar a regular el tránsito
intestinal y además va a mejorar la absorción de las grasas.
La mermelada se convierte en
el perfecto sustituto de la margarina o mantequilla, ya que su contenido en
grasas no es tan alto.
La
fruta y la mermelada
No todas las frutas son
igual de buenas para hacer mermelada, las que destacan sobre las otras son
aquellas que contienen pectina, esta sustancia cuando se combina con el azúcar
se transforma en una especie de gel que ayuda a dar mayor consistencia a la mermelada.
Estas son las frutas que
contienen mayores niveles de pectina, pera, manzana, ciruela, fresa, cereza,
naranja y limón.
Hay otro factor que ayuda a
la pectina a transformarse en esa especie de gel, y este es la acidez de la
fruta, que además influye en el sabor de la fruta.
Ejemplo
de receta de mermelada casera de fresa
1. Primero lavamos las
fresas y quitamos el tallo verde, a continuación las cortamos en trozos
pequeños.
2. Las añadimos en una
cazuela junto con azúcar y un poco de jugo de limón, y las cubrimos con agua.
3. Las vamos a cocinar a
fuego lento y removemos con una cuchara de madera mientras se van deshaciendo,
hasta que veamos que se ha cogido la textura de la mermelada, que será cuando
ya esté hecha.