viernes, 9 de septiembre de 2016

hígado sobrecargado el cuerpo avisa con estas señales

Antes de que sea demasiado tarde podemos detectar los problemas del hígado a través de las distintas señales que nos envía nuestro organismo, ya que se reflejan a nivel externo
Todos oímos hablar del hígado de manera constante, ya que muchos trastornos de salud se relacionan con este órgano de manera directa o indirecta.

¿Por qué sucede? Porque el hígado es la gran víctima de la mala alimentación, la contaminación, el estrés, las emociones negativas, etc.

En este artículo te ayudamos a saber si tu hígado podría estar sobrecargado a partir de algunas señales fáciles de detectar.

El hígado afecta a todo el organismo
El hígado es un órgano vital relacionado con la circulación de todo el organismo, así como con la depuración de sustancias tóxicas.

Por este motivo, si no funciona de manera correcta, nuestro cuerpo puede sufrir las 
consecuencias en diferentes zonas.


En este artículo te explicamos cómo la función hepática se refleja, por ejemplo, en el rostro, la boca, la piel o el pelo.

Arrugas entre las cejas
Desde siempre hemos considerado que las arrugas son fruto del envejecimiento, y que la genética es la que nos condiciona a sufrirlas antes o después.

No obstante, las arrugas ponen de manifiesto el funcionamiento de nuestro organismo y pueden ser muy útiles para prevenir enfermedades.
Es el caso, por ejemplo, de las arrugas verticales que aparecen entre las cejas. Estas pueden ser la señal de que nuestro hígado está sobrecargado. Cuanto más profundas sean, más grave será la afección.

Manchas marrones o verdes
Las manchas marrones o verdes en el rostro no son solamente una cuestión estética o una consecuencia de la edad o la exposición al sol.

Estas manchas, en especial si están en el lado derecho o en la zona de las sienes, también indican un mal funcionamiento del hígado, aunque también hacen referencia a la vesícula biliar, el páncreas y el bazo.

En cuanto al color del rostro, si tiende a ser demasiado amarillento también podría hacer referencia a una función hepática debilitada.

Piel grasa en la frente
El tipo de piel es otra de las cuestiones que achacamos a la genética y a la edad. No obstante, una piel demasiado seca o demasiado grasa podrían estar indicándonos algún desequilibrio interno.

Cuando tenemos la piel de la frente demasiado grasa podríamos estar sufriendo debilidad hepática. En algunos casos va unida a un exceso de sudoración en la misma zona.

Alopecia localizada y canas
En primavera u otoño podemos perder más cabello de lo habitual. No obstante, hay personas que lo sufren durante largas temporadas y sin motivo aparente. Para solucionarlo es importante observar en qué zona perdemos pelo.
Si la alopecia se localiza en la parte central de la cabeza o incluso empieza a clarear, tanto en hombres como en mujeres, estaría indicando un mal funcionamiento de varios órganos, entre ellos el hígado.

Las canas prematuras también podrían estar poniendo en evidencia al hígado y la vesícula biliar.
Problemas de visión
Según la medicina tradicional china, el hígado condiciona de manera directa el flujo sanguíneo que llega a los ojos. Por este motivo, los problemas de visión podrían estar condicionados por un hígado pobre, entre otros motivos.

Si el hígado no funciona bien, los ojos pueden perder también su brillo natural, las pupilas podrían tener un reflejo blanquecino y un color amarillento podría teñir tanto la esclerótica como la zona de debajo de los ojos.

Inflamación de encías y garganta
Muchas personas tienen las encías inflamadas y les sangran con facilidad cuando se cepillan los dientes. Esta cuestión está relacionada también con el hígado, así como las inflamaciones en la zona de la garganta.

Aunque usemos dentífricos especiales, si no mejoramos la función hepática no solucionaremos la sensibilidad e inflamación de las encías y la garganta.

¿Cómo son tus heces?
Las heces también son un indicador de salud al que no solemos prestar demasiada atención. A continuación te decimos cuáles podrían indicarte un mal funcionamiento del hígado:

  • Heces de olores fuertes y amargos y de textura pegajosa, fruto de una mala digestión y posterior fermentación de los alimentos.
  • Heces duras y secas, en forma de bolitas, típicas del estreñimiento. También están relacionadas con el hígado.
  • Diarreas.
  • Heces de color pálido o similar a la arcilla.
  • Heces que flotan, fruto de la grasa de los alimentos que no ha podido ser bien digerida.