jueves, 14 de julio de 2016

¿Podrías reconocer si estás comiendo un alimento transgénico?

En todo momento elegimos y tomamos decisiones, unas pensadas, muchas por impulso y otras informadas. La elección de los alimentos sí afecta la vida de alguna manera, por lo que es una decisión que necesariamente debe tomarse en base a la información. Es así que la posibilidad de recibir lo mejor se da. 
Actualmente, la alimentación mundial revela situaciones que van a los extremos, gente enferma por falta de alimento y gente enferma por exceso de alimento. La desigualdad, la agresión al medio ambiente, la ciencia y el sostenimiento de la humanidad ponen en discusión nuevas formas de afrontar estos problemas. 
La biotecnología es un conjunto de metodologías que busca mejorar esta realidad manipulando genéticamente los alimentos. Lo que se hace es identificar una característica deseada o no deseada de algún alimento, bacteria, virus, animal o humano, luego identificar el gen que da origen a esa característica y trasladarlo al receptor, en este caso un ejemplar del reino vegetal. Así también se pueden lograr alimentos de mayor tamaño, cultivos de mayor rendimiento, resistentes a plagas o con mejores valores nutricionales, tal es el caso del arroz dorado rico en vitamina A que podría contribuir con la prevención de ceguera por carencia de vitamina en países, como África. 
Los alimentos vegetales que hoy conocemos han evolucionado, un tomate silvestre era muy distinto al tomate que hoy conocemos. ¿Qué cambió? Cambió su genética, ¿quién lo hizo? Probablemente los primeros agricultores mediante el injerto o los híbridos. Los alimentos que hoy consumimos ya han pasado por modificaciones genéticas, han pasado también por un proceso denominado domesticación. Los alimentos genéticamente modificados están con nosotros hace mucho tiempo.

¿Qué daños representan los transgénicos? De acuerdo a las investigaciones científicas publicadas por expertos, hasta el momento parecen ser inocuos, es decir, no generarían daño a la salud. Sin embargo, hay que evaluar otros aspectos. Al parecer los suelos donde se cultivan transgénicos podrían alterarse de forma negativa. 

Por otro lado, si bien al domesticar vegetales durante años, siempre se combinaban entre la misma especie, por ejemplo, mango con papaya; la biotecnología propone modificaciones entre especies, es decir pasar una cualidad del humano a una bacteria o una cualidad de un insecto a una planta o a otra especie como un pez. Cabe destacar un hecho fundamental, los seres humanos compartimos los mismos componentes genéticos que otras especies, es decir, nuestro ADN está hecho de las mismos elementos químicos. El ser humano tiene un código genético similar a las plantas hasta en un 50 %. La variabilidad de especies se da porque nuestro mapa genético, el orden como están dispuestas nuestras estructuras de ADN son distintos. Otro dato interesante es que el mecanismo por el cual se replica el ADN y se expresa la información contenida en el mismo, es similar en todas las especies. Un gen de una bacteria puede expresarse por ejemplo en una planta. Otro problema. Si bien la información es fundamental para elegir mejor, el día de hoy nuestro derecho a elegir está vulnerado. Hoy podemos ir al mercado y comprar aceite sin saber que la soya de la cual está hecho haya sido genéticamente modificada o no, hoy si vamos al mercado no sabemos si la manzana extranjera que compramos fue modificada genéticamente para evitar que se oxide al cortarla. Las personas tenemos derecho a elegir y a la información, no solo se genera en nuestro propio esfuerzo de conocer el tema sino también en el etiquetado de los alimentos tanto naturales como procesados.

fuente:Sara Abu-Sabbah Mitre