A pesar de su mala fama, la
cerveza tiene pocas calorías y grasas saturadas. Aunque parezca mentira, los
refrescos de cola o con gas que solemos tomar son mucho más calóricos.
1. Si sigo una dieta
de adelgazamiento, ¿puedo consumir cerveza?
La cerveza es esa bebida que
compartimos en muchas de nuestras reuniones con familia y amigos. Generalmente,
no es habitual que la consumamos a diario, sino que preferimos tomarla en
momentos un poco más festivos y distendidos.
Esta bebida milenaria y de
atractivos tonos ambarinos está elaborada a base de cebada y otros cereales.
Dispone, como sabes, de un nivel determinado de alcohol, por lo que siempre
debemos consumir cerveza con moderación. Ahora bien, ¿qué pasa si la tomo los
fines de semana? ¿Puedo permitirme este capricho y no engordar? Te lo
explicamos:
La cerveza tiene, por lo
general, pocas calorías y escasas grasas saturadas. La cantidad exacta es de 43
calorías por 100 ml. Así pues, si bebes un vaso de 250 ml, obtendrás unas 90
calorías.
¿Qué significa esto? Que
podemos consumirla con moderación. Ten en cuenta que, en ocasiones, consumimos
muchos refrescos de cola o con gas que disponen de muchas más calorías.
Los nutricionistas nos dicen
que lo más adecuado es consumir cerveza de un modo prudente. Si eres de las que
siente verdadera pasión por esta bebida y te gusta tomarla cada día, procura
beber un poquito menos de un vaso, es decir, unos 200 ml. Ya sabes que por cada
vaso vas a obtener unas 90 calorías, así que siempre podrás eliminarlas con un
poco de ejercicio o un paseo. Por su nivel calórico y por el alcohol que
contiene, lo mejor es no excedernos, a pesar de que la podamos incluir en
nuestros instantes festivos.
Señalarte, además, que la
cerveza más saludable será aquella cuya fabricación sea más natural y
tradicional. Si te preguntas también qué tipo de cerveza es más saludable,
podemos comentarte, como curiosidad, que se trata de la cerveza negra: está elaborada
a base de malta y lúpulo, y es más rica en hierro.
2. ¿Qué beneficios
me aporta la cerveza?
1.
La cerveza nos protege frente a los cálculos renales
No debemos olvidar uno de
los grandes beneficios de la cerveza: ¡Es muy diurética! Un consumo moderado
nos protegerá en un 40% de sufrir problemas renales y de padecer cálculos.
2.
La cerveza mejora la digestión
¿Sabes qué tipo de cerveza
nos puede ayudar a hacer mejor la digestión? La cerveza negra. Además de más
hierro, dispone de más fibra y, por lo tanto, mejora nuestro tránsito
intestinal, evitando problemas gástricos e intestinales. ¿No es estupendo?
3.
La cerveza combate el colesterol malo
Como ya sabes, las cervezas
son ricas en fibras, las cuales nos permiten mantener en un buen nivel de LDL o
el llamado colesterol malo.
4.
La cerveza es rica en vitaminas del grupo B (B1, B2, B6 y B12)
Aquellas personas que beben
cerveza de modo regular y equilibrado obtienen casi un 30% más de vitaminas del
complejo B que quienes no la consumen. Estas vitaminas nos permiten disponer
de más energía, fortalecen nuestros
huesos y músculos y, además, nos ayudan a metabolizar mejor los glóbulos rojos.
5.
La cerveza mejora la salud de nuestros huesos
Así es, consumir cerveza nos
ayuda a mantener en un buen nivel el silicio, que favorece, a su vez, la salud
y la densidad mineral ósea.
6.
La cerveza nos permite dormir mejor
¿Sabes dónde reside este
secreto? En su adecuado nivel de ácido nicotínico y lactoflavina, estupendos
para favorecer el sueño.
7.
La cerveza impide la formación de coágulos de sangre
La cerveza favorece la
correcta circulación de la sangre, permitiéndonos así evitar la formación de
coágulos.
8.
La cerveza refuerza nuestro sistema inmunológico
Esta bebida es rica en
vitaminas y antioxidantes, estupendos para reforzar nuestras defensas. Si la
bebemos de forma moderada, unos dos o tres vasos a la semana, por ejemplo,
evitaremos muchos resfriados, dolores musculares o articulares y mejorará
también nuestra salud cardíaca. ¡Es estupendo!
Fuente: el post completo y original lo puedes consultar en mejorconsalud